Hace poco más de un año que el hijo de mi primo se enganchó a esta mítica serie, y desde entonces es super fan de Goku. Todas las tardes, en la sobremesa, la echaban por televisión, así que los dos nos acoplábamos en el sofá para verla. Se pasó todo el verano haciéndome preguntas sobre los personajes y la serie (había momentos en los que pensaba que me iba a volver loca con tanta pregunta). En un Salón del Cómic y del Manga me topé con una edición de coleccionista de Bolas de Dragón. No me lo pensé. Se lo compré, aunque todavía tendrá que esperar unos meses a tenerlas en sus manos, pues este regalo le llegará de las manos de los Reyes Magos.
Existen tres grupos de grupos de bolas de dragón, cada uno formado por 7 bolas: las de la Tierra, las de Namek y las del Universo. Cuando se reúnen las bolas de un grupo, éstas comienzan a brillar, entonces es el momento en que se puede invocar al dragón para pedirle tu deseo. Una vez concedido, las bolas quedan inactivas durante un tiempo y se vuelven a repartir por diferentes lugares para que de nuevo sean encontradas y pedir otro deseo. Pero como todo en esta vida, existen normas: el dragón no podrá resucitar a personas que hayan fallecido por causas naturales, ni matar a nadie.
Parece ser que sólo los dioses namekianos las pueden crear, y el poder de las bolas dependerá del poder del dios que las cree, por ello la cantidad de deseos que se puede pedir, varía de un dragón a otro. Así pues:
- El dragón de la Tierra, Shenlong, en principio concede un solo deseo pero después concederá dos.
- El de Namek, Porunga, concede hasta 3 deseos
- El del Universo, Mijocju concede hasta 4 deseos
Múltiples han sido los deseos que se pidieron a lo largo de la serie Dragon Ball, pero normalmente los personajes de la serie las usan para resucitar a seres queridos o personas inocentes que han fallecido a causa de algún poderoso enemigo.
Yo ya he abierto la caja. ¿Me concederá el dragón mi deseo?
